En una jugada estratégica, Postobón y Colombina (propietaria de Bon Bon Bum) han presentado una colaboración inédita que fusiona sus productos más icónicos: la chupeta Bon Bon Bum y la gaseosa Manzana Postobón.
La iniciativa consiste en lanzar una gaseosa sabor fresa inspirada en el Bon Bon Bum y una versión tipo “lollipop” rosada con sabor a Manzana Postobón. Esta edición limitada ya está disponible en supermercados y tiendas.
Un cruce de iconos con propósito
Este tipo de alianzas va más allá de una mera combinación de marcas o empaques llamativos. Cuando dos referentes del mercado unen fuerzas, se generan efectos interesantes:
- Transmisión de valor de marca: cada empresa aporta su legado, su reputación y su relación emocional con el consumidor. En este caso, el carácter nostálgico de Bon Bon Bum se mezcla con la identidad de Postobón, apelando al recuerdo de la infancia y reforzando la conexión afectiva.
- Atracción de nuevos públicos: consumidores de dulces pueden interesarse ahora por bebidas, y viceversa. Ese “efecto halo” puede ampliar el alcance de ambas marcas.
- Innovación percibida: colaboraciones transversales despiertan curiosidad. Para muchos consumidores, un refresco inspirado en una chupeta es algo novedoso que incentiva la compra por curiosidad o por colección.
- Ventaja competitiva: en sectores saturados (bebidas, confitería), este tipo de movimientos permite diferenciarse en el punto de venta, generar cobertura mediática y obtener un “impulso de conversación” gratuito.
- Refuerzo de lealtad: cuando la colaboración es percibida como coherente y bien ejecutada, los consumidores sienten que las marcas “entienden” sus gustos y deseos, lo que fortalece la fidelidad.

El proceso detrás de la unión
La colaboración fue el resultado de seis meses de investigación y desarrollo conjunto entre los equipos de I+D de ambas empresas. Se realizaron pruebas de sabor, focus groups y ajustes para equilibrar azúcares, aromas y texturas. En esas pruebas, cerca
del 85 % de los participantes reportaron una inmediata conexión emocional con recuerdos de infancia.
Además, el proyecto no se limitó a un solo producto: como extensión de la alianza, se incorporaron sabores de Postobón (manzana, uva, naranja) a las Gomas Grissly de Colombina, con formas inspiradas en botellas icónicas. Esta colaboración también actúa como estrategia para diversificar portafolios y ofrecer propuestas de valor resonantes.
Para los consumidores, esta colaboración representa una experiencia sensorial nueva: no solo consumir un producto nuevo, sino vivenciar un concepto que juega con expectativas, un valor emocional agregado, urgencia de compra: al ser edición limitada, muchos consumidores sentirán presión de asegurarse su ejemplar antes de que se agote y viralidad, pues en redes sociales y medios, este tipo de noticias tiende a difundirse rápidamente gracias a su carácter llamativo.
Para las marcas que buscan renovarse o mantenerse relevantes, estas colaboraciones representan una vía poderosa para conectar con el consumidor, reinventar experiencias y crecer a partir de sinergias.